martes, 20 de septiembre de 2011

El árbol de la vida

en algún momento, no recuerdo en qué libro, Antonin Artaud dice: "quisiera escribir un libro que trastornara a los hombres, que los llevara adonde nunca hubieran consentido ir, que fuera como una puerta simplemente encajada en la realidad". Me parece que eso es precisamente lo que ha hecho Terrence Malick con esta película, aunque sería más apropiado decir "lo que ha intentado" porque cosas así solo pueden intentarse...aunque ¿no es por eso que llamamos "ensayo" a una obra filosófica que no aspira a ser un tratado? Quiero decir que creo que Malick ha intentado un ejercicio de ensayo filosófico en lenguaje cinematográfico y que era imposible que un ensayo así saliese bien en el sentido en que salen bien las películas redondas, las que nos cuentan una historia con la que conectamos y a la que encontramos un sentido. No, la película que ha intentado Malick contiene una historia imposible de narrar y que no puede dejarnos satisfechos. Es la historia, ya narrada otras veces, del Génesis, de cómo empezó todo y de cómo todo acabará (y de ese microgénesis que es nuestra vida: con cada cerebro que nace y se apaga, el mundo, ese mundo único que cada persona conoce, se crea y se destruye). Pero se trata de un Génesis tremendamente moderno porque no es la narración de una creación perfecta y acabada sino un cruce de reproches entre dioses (prefiero el plural, lo siento) y hombres, que tiene como epicentro el dolor por la muerte de un hijo, el dolor más insoportable, porque si el mundo tiene algo de injusto -y tiene mucho- ciertamente es porque hay padres y madres que tienen que pasar por la muerte de sus hijos. A partir de ahí surgen las preguntas -antes no, porque las familias felices se parecen todas en que no se hacen preguntas-. Es el núcleo del existencialismo, la rabia de Camus ante la muerte de un niño: "ninguna eternidad de dicha puede compensar un solo instante de dolor humano". Y la rabia es tanta que nuestras preguntas llegan hasta el origen del mundo. Dice el hombre: "¿por qué envías moscas a heridas que deberías curar?" y dice el dios: "¿dónde estabas tú cuando yo creaba el mundo?". Nada en el ensayo de Malick nos da una respuesta o al menos yo no interpreto esas imágenes idílicas de un ensayo de cielo como una respuesta sino como una pregunta más puesta en imágenes, junto a los volcanes en erupción, los dinosaurios ensayando los primeros gestos de crueldad y los primeros de compasión, meteoritos cayendo, una mano feliz acariciando una cortina, niños que juegan con agua, la belleza y el horror cruzando sus caminos, la vida misma. Creo que Malick ha hecho una película imposible que no se podía hacer bien, pero que nadie seguramente podía hacer mejor que él.

19 comentarios:

  1. Como escribieron García y Portet para Astronomía razonable, "...es duro aceptar la dictadura de un único dios". A mí también me gusta más el plural. Lo utilizo más. Pero para poder decir "dioses y diosas". Chapeau! Muy bonita entrada...

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  2. Iba a decir: una entrada para entrar a matar..., pero no he querido hacer esa mezcla...(esto no lo he puesto)

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  3. Me ha parecido un documental lírico (y muy bonito) sobre, el comienzo y el discurrir de la vida, y la percepción del mundo; en el que manipulando el tiempo, alcanzamos una historia de ficción sobre unas vidas, presenciadas y que presencian otras. Donde la desgracia, que parecía haber seguido su camino, lo deshace y viene a tocar a la puerta. La narración en ficción del discurso del sacerdote. Creo que por eso está adornada de oraciones. Y me parece que lo narra de forma modernista. Con esa manipulación del tiempo, con las vidas unidas en los desiertos que atravesamos, incluso en los distintos tiempos de la vida de cada un@, y los diálogos, más que nada internos, de la madre y el hijo, que serían los dos narradores.
    Me gusta mucho eso que escribes: la belleza y el horror cruzando sus caminos, la vida misma.
    También están muy presentes el tiempo y el espacio. El tiempo que a cada un@ le toca vivir. Con las distintas etapas dentro de ese tiempo. Y los espacios. También los límites impuestos y el traspasarlos. El dejar atrás un tiempo y un espacio, con un árbol plantado, que quedó como testigo.
    Y como no puede ser de otra manera, también veo muy acuciado el reflejo del androcentrismo. (Son los años 50 del siglo XX). Y las miradas masculina y femenina del mundo, que me lleva a pensar, en la sociedad patriarcal y la beligerancia. Y aquí hay dos momentos que me ponen la carne de gallina y el vello de punta: cuando con esas emociones que le transmite la incoherencia del padre, el hijo con sentimientos de amor-odio le dice “pero me parezco más a ti que a ella”.
    El otro momento me lleva más allá y me hace llorar, y es cuando los hijos le dicen a la madre “que les cuente una historia antigua que no se pueda olvidar”, y la madre les habla sobre un momento en el que voló con una avioneta, y aparece también volando suspendida alrededor del árbol.
    Imprescindible para la oración, el mensaje final: al acabar el desierto, aparece el agua bañando los pies. Y podemos volver a ser como esas flores que hace girar el sol (que sale de nuevo). Y el niño que convertido en adulto, consigue integrar toda su vida, y encontrarse a sí mismo.

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  4. gracias por un comentario tan extens y que aporta tantas cosas. Es verdad que es una historia donde el tiempo y el espacio casi son protagonistas y me gusta lo de la mirada masculina y femenina, tan bien dibujadas, más allá de los peligrosos estereotipos. Y gracias por recordarme esos momentos tan emocionantes, casi estremecedores, esos momentos-clave entre madre/padre e hijos. Y lo de los dos narradores, una perspectiva tan interesante. Y los girasoles, claro

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  5. Un magnífico poema visual.No,no es una historia perfecta con su principio y su final pero,es una historia distinta que abre preguntas donde muchas han intentado poner respuestas.El espacio,el tiempo y la emoción de las relaciones familiares con sus risas y tristezas, se entrecruzan con una lograda visión de la sociedad de los 50 con sus marcados roles masculino y femenino.
    Jaime, interesante eso que dices de "las familias felices se parecen en que no se hacen preguntas" pero sobretodo me ha gustado lo de "la belleza y el horror,cruzando sus caminos,la vida misma" tan bien reflejado en la película y tan cierto...No añadiré nada más, pues considero tu comentario Calipso muy completo.
    Por cierto, también prefiero el plural dioses.

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  6. Te agradezco mucho C esa consideración que le has dado a mi comentario, pero la verdad es que fue un intento por mi parte, de resumir la primera impresión que tuve, y que se podría comentar bastante más. Es verdad esa sensación que transmite de poema, gracias a las emociones y sentimientos que provoca. A esa parte lírica. Es como si el autor, hubiera querido utilizar una hermosa alegoría, llena de visualidad, metáforas y símbolos, para intentar conseguir comunicarnos todo lo que tiene dentro (que considero que es mucho) Su percepción. Su filosofía. Su mundo. Y creo que es en ese recurso y ese recurrir al tiempo y el espacio (los límites, traspasarlos, la evolución, la superación…) donde está la puerta (que evoca Jaime) que cado un@ puede o no atravesar si quiere. Ahí está la trascendencia. Claro que para eso además de querer hay que tener tiempo y espacio. Imagino que por eso se toma tanto el mismo autor. Y por supuesto que es difícil. Pero merece la pena el sólo acercamiento a ese mundo. La sola intuición el sólo agarrar esas dos horitas.

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  7. es que, al hilo de lo del poema visual, Malick intenta un género cinematográfico que no existe, mejor dicho, existe pero no llega a las salas: el cine abstracto, ideas y sensaciones puestas en imágenes, algunas casi narrativas y otras pura imagen. Al engarzarlas en una historia clásica se vuelve más asequible que un vídeo proyectado en un museo, pero no deja de ser cine experimental. También en ese sentido creo que es una obra única y no extraña lo que dices, Calipso, del tiempo necesario, para hacerla y para degustarla

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  8. Sí Jaime eso está claro. Precisamente es esa idea de lo experimental lo que me hizo recordar vagamente el modernismo. Fue como dije la manipulación del tiempo, los diálogos internos y esas miradas femenina y masculina, lo que me trajo a la mente a Orlando de Virginia Woolf.
    Es verdad que consigue hacer más asequible, casi un documento de museo y, a la vez también, menos asequible una peli al uso (digamos) Es arriesgada.

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  9. Una cosa..., también me ha hecho pensar mucho todo esto en ese extracto que pusiste de un poema de Cohen, que me dejó intrigada. Este dolor que está reflejado en la cinta, que debe de ser tremendo y que no me atrevo ni tan siquiera a empatizar por temor, ¿crees que puede ser una raja en el alma por donde entrará la luz? Porque parece como si fuera imposible.

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  10. a mí también me parece imposible, no creo que toda experiencia pueda tener algo positivo y supongo que Leonard Cohen se refiere más a la imperfección que a la tragedia. Por ejemplo, en esta historia, hay uno de los hijos al que en un época de su vida le toca el papel de hijo difícil, que con su sola existencia pone en cuestión la imagen de familia perfecta a la que el padre se aferra. Si el padre hubiese sido capaz de ver que por esa supuesta imperfección, por esa grieta en la armonía familiar, podía entrar la luz, quizá todo habría sido diferente para él.

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  11. Vale, pues yo había entendido, yendo más al fondo, que de lo que trata es de la aceptación de lo que nos depara el momento presente, y el aprendizaje (crecimiento), independientemente de por dónde lleguen. Por la imperfección como tú lo llamas, o también por la tragedia. Saber ver en esas circunstancias, lo que queda de pie en nosotros. No negarlo sino ser capaz de reventar de dolor para poder seguir después, incluso más preparado. Por eso no sé.
    Es como aquello…: “Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que sí puedo cambiar, y sabiduría para poder diferenciarlas.” O algo así…, me lo recuerda. Al menos la traducción que yo he leído.

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  12. bueno, creo que estas cosas no tienen un único sentido, depende de cómo a cada uno le resuene. El texto de Cohen, que es el estribillo de la canción "Anthem", dice:
    Ring the bells that still can ring
    Forget your perfect offering
    There is a crack in everything
    That's how the light gets in.

    yo lo relacioné con buscar la perfección olvidando que a veces es lo que parece imperfecto lo que más nos enseña y lo asocié con esa historia zen en la que un monje limpia perfectamente, sin dejar una mota de polvo, el templo esperando la llegada del maestro; cuando éste llega mira el patio perfectamente ordenado, va hacia el cerezo, lo sacude con el bastón para que caigan hojas y dice: "ahora está bien".
    Pero me parece interesante que a ti te haya evocado algo diferente, más relacionado con la resiliencia y que es otra forma de verlo.

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  13. Sí…, la poesía es lo que tiene…Muy bonito cuento. Y muy bien relacionado con esa letra. Yo diría que lo que nos sugiere no es tan diferente. ¿No quiere dar a entender el maestro con ese gesto lo importante de aceptar la imperfección de la vida (los lugares con aspectos más vividos), como lo vivido y lo aprendido, y que a veces esa imperfección puede venir en forma de tragedia que no querríamos vivir, y que borraríamos y barreríamos? Porque qué puede haber más imperfecto en la vida y más trágico, que el hecho de que un hijo o una hija mueran antes que el padre y/o la madre. Pero tienes razón. Tal vez Cohen no pretenda ir tan allá. Que he sido yo. Puede que algo “arrastrada” por la letra y por esa parte dolorosa de la película que han coincidido en mi tiempo.

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  14. No, seguro que la historia del monje y el poema de Cohen llegan hasta donde tú dices, soy yo el que no se atreve porque dudo mucho que fuera capaz de aprender de algo así, pero quién sabe...

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  15. Arriesgada y distinta,lo que la aleja del cine comercial y convierte el verla en un placer para los sentidos y en un ejercicio pausado de comprensión individual.

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  16. Maravillosa letra la de Cohen, y bonito cuento el del monje.
    Me resulta muy difícil creer que el inmenso e injusto dolor por la muerte del hijo pueda convertirse en una experiencia fortalecedora,una vez asumida.Decías Jaime en otro comentario:"la sombra del objeto perdido cae sobre el objeto hallado (Freud)"y"las pérdidas que no conseguimos hacer nuestras van con nosotros como una queja".Y es cierto.Las imperfecciones de la vida son grandes maestras,enseñan pero a veces,de una forma extremadamente cruel pues no imagino desgracia mayor para un padre/madre que el fallecimiento de un hijo.Aunque supongo que si no se puede borrar la tragedia hay que aceptarla y seguir para vivir,o al menos para sobrevivir.Y es que quizá,como decía Vicente Ferrer:"El momento más oscuro de la noche de la vida,ocurre un instante antes del amanecer"

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  17. "Yo te sere fiel, no importa lo que me suceda" y su padre la alza hasta su hombro deslizandose lentamente entre el paisaje. A partir de aquí establezco el hilo conductor con la mujer ( todavia niña) y más tarde el padre de sus hijos plantara el arbol de la vida de esta familia que nos muestra Malick, donde la tragedia les hace ir sin consentir a traspasar este portal clavado en la realidad
    No es gratuito Jaime que en tu entrada(no más empezar) menciones a A.Artaud ni tampoco Malick con sus dos horas de proyección. La entiendo como un TODO y por supuesto extrapolable, para nada facil y saber hacerlo. Bueno... no se me ocurre nada más

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  18. gracias por recordar esa escena y por asociar el portal con lo que escribió Artaud, yo no había relacionado una cosa con otra, supongo que la película me dejó la imagen del portal y eso me llevó a recordar la cita de Artaud, qué curioso. Ahora no recuerdo ese hilo conductor con la mujer, cuando vuelva a verla lo tendré presente

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