domingo, 1 de enero de 2012

"El topo" o la tarea del héroe

Las historias de espías suelen seguir un relato de un tipo heroico especial: la tarea del héroe, esquema que también siguen otros relatos de género, como las historias de detectives. La narrativa básica consiste en un conflicto comunitario -una sociedad sufre algún tipo de amenaza- a la que el rey -presidente, jefe, etc.- no se puede enfrentar por los medios habituales; entonces convoca al héroe y le encarga la misión, la tarea del héroe; cuando el relato busca cierta complejidad psicológica el héroe al principio es reacio por algún motivo: ha sido expulsado o ignorado anteriormente, está retirado o, como viene siendo frecuente en el cine americano de los últimos años, es un policía en su último día de trabajo, recurso facilón y cansino que cumple a duras penas su función narrativa. En el caso de Smiley, ha sido despedido del exclusivo “Circus” a causa de una misión fallida. La renuencia del héroe añade tensión dramática de modo muy efectivo pero él termina por aceptar la misión y esa aceptación a regañadientes nos muestra una dimensión ética o psicológica que no podríamos ver de otra forma: su lealtad está por encima de la mezquindad de sus jefes o su compromiso con la tarea es más fuerte que sus motivos para rechazarla o es el único que puede llevarla a cabo. El héroe arquetípico de este relato es Hércules y los motivos para ser reacio son complejos: mató a sus hijos en un arrebato de locura instigado por una diosa y luego vagó como alma en pena buscando una expiación, así que para él la tarea heroica es la que le restituye la cordura y el prestigio. Hay héroes no reacios, como 007, que cada vez acepta salvar el mundo con un espíritu que se diría deportivo y que sólo es reacio a la jerarquía y a los procedimientos establecidos. Es por eso, como héroe herculeano, poco interesante aunque cada entrega de su interminable saga siga fielmente la estructura narrativa de la tarea del héroe. La supervivencia de una saga de este tipo -hay más de 20 películas de James Bond- para algunos será una muestra de la estupidez humana, para mí es una muestra del poder de las historias: cuando una narrativa es esencial nos volvemos adictos a ella. Necesitamos la historia del trabajo del héroe y por ello dejaremos que nos la cuenten una y otra vez. Por otro lado, para que la saga perviva debe hacerse más interesante y eso significa siempre hacer más complejos los motivos por los que el héroe acepta su misión. “Quantum of Solace”, la última entrega con el estupendo Daniel Craig de protagonista, parece que busca esa línea al presentar un héroe marcado por la muerte de su amada -que le había traicionado- y que acepta su nueva misión como forma de venganza y reparación.
Es curioso que en el relato arquetípico de Hércules son doce los trabajos a realizar y uno de ellos es un trabajo de limpieza: las cuadras del rey Augías, que tenía tantos caballos que sus excrementos acumulados amenazaban la salud del reino. Hércules lo resolvió desviando un río, algo así como limpiar la caca del perro con una manguera, pero de dimensiones homéricas. No muy diferente es lo que le encargan a Smiley: una limpieza del Circus -la máxima agencia del espionaje británico- deteriorada por filtraciones y fracasos y en la que se sospecha que uno de los jefes es un topo. Y Smiley, que parece un antihéroe: silencioso, gris, formal, reiteradamente engañado y abandonado por su mujer (todo lo cual significa poco viril de modo simbólico), demuestra ser un hércules del análisis y la estrategia y acomete tan a fondo su tarea de limpieza de los establos de la inteligencia británica que se lleva por delante hasta los caballos. Sabiendo que lo interpretaba Gary Oldman era de temer un recital de muecas; muy al contrario, su interpretación es sencillamente genial, dibuja a la perfección todos los ángulos de un Smiley lleno de matices.
Pero el héroe herculeano siempre es poco romántico porque, a fin de cuentas, es un servidor del poder aunque sea a pesar suyo: su misión le viene dada. No es un Espartaco ni un Ulises, modelos de héroe mucho más románticos. Las narrativas del trabajo del héroe nos inspiran -por eso están ahí- para acometer tareas ingratas pero ineludibles que no fueron diseñadas ni elegidas por nosotros pero que nadie más puede hacer. Es héroe herculeano el cirujano que entra a operar in extremis o el barrendero que se enfrenta a las calles tras la noche de Fin de Año. A todos se nos exige ser Hércules en algún momento, todos tenemos algún establo que limpiar, alguna tarea ingrata e imposible que quizá nos redima.

24 comentarios:

  1. Un juego: el maravilloso juego de las apariencias sutiles. Un cubo de Rubik, donde todo encaja si eres capaz de averiguar como. Esa es la sensación que me dejó "El Topo".
    La figura del héroe no es, desde luego, la típica a la que nos ha acostumbrado el cine comercial. No es invulnerable, ni arrollador, ni fuerte, ni atractivo, ni viril. Es soso, aburrido, paciente, elegante, astuto, inteligente y sobretodo, creíble, real. Un tipo normal con un cometido poco convencional. Y aunque la peli al inicio sigue el esquema básico de héroe reacio que acepta misión por lealtad, nada más en ella es previsible. 007 sería la antítesis de Smile. No creo que el éxito de la saga James Bond (de la que he visto algunas partes, entre ellas "Quantum of Solace") sea ninguna muestra de la estupidez humana, simplemente son historias más fáciles, más predecibles, lo cual las hace (desde mi punto de vista) poco interesantes pero entretenidas. ¿A que te refieres cuando dices que la narrativa es esencial?. Respecto al mito de Hércules, me resulta paradójico que la encomendación de limpieza de las cuadras del rey Augías sea una de las dos tareas realizadas para pugnar su mal que no son aceptadas por Euristeo, y que diversas películas heróicas empiecen con un protagonista despedido o apartado por un trabajo mal hecho.

    ResponderEliminar
  2. con lo de que es una narrativa esencial me refiero a que toda la saga de James Bond sigue de una manera bastante fiel aunque simplificada el esquema de la tarea del héroe. Aunque supongo que he visto todas las películas, sólo leí una de las novelas de Ian Fleming y tengo un vago recuerdo de un héroe más complejo que el que vemos en el cine pero básicamente fue él el artífice del esquema narrativo, que tiene grandes aciertos, sobre todo la forma en que James Bond es convocado para su misión. Como muy bien señalas, también en el mito de Hércules es ese un momento crucial pues el encargo de la tarea -en su caso lo hace Euristeo, que viene a ser su jefe- nunca es puro, siempre tiene motivos ocultos que también explican el recelo del héroe.

    ResponderEliminar
  3. Ya veo a que te refieres. Gracias por responderme, siempre tan amable. No he leído ninguna de las novelas, quizá esa sea la razón por la que las pelís de James Bond me parecen narrativamente pobres (o sencillas), aunque algunas como "Goldfinger", "Casino Royale", o "Quantum of solace" sean espectaculares en otros aspectos.

    ResponderEliminar
  4. Con tu permiso, voy a expresar aquí también un deseo: que los cuentos de princesas se transformen y que algunas de esas historias recontadas y que se convierten en esenciales, dejen de serlo, para poder construir la vida de otra forma. ¿Fueron muestra de estupidez humana las series de libros de caballería? Seguro que no. Pero el inteligente Cervantes nos ofreció una parodia magnífica. Para dar la réplica al engreído Bond afortunadamente podemos deleitarnos con Derek Flint o con OSS 117. Estupendos los héroes inteligentes, que no alardean ni renuncian a sus historias sentimentales. Estoy convencida de que tienen mejor “polvo”

    ResponderEliminar
  5. Cambiar a las princesas, o al menos su visión clásica, no sería mala idea. Hace mucho que ví Derek Flint pero por lo que recuerdo era una buena parodia sobre 007. A OSS 117 no le encontré el punto. Es cierto que Bond padece de un endiosamiento absurdo. Es guapo y superior, lo cual hace que todas las mujeres caigan rendidas a sus encantos, incluso en la última peli rodada hace solo tres años.(Increíble que se siga aceptando esa imagen femenina). Pero, el personaje de Smile se enfoca a lo contrario, y aunque es presentado como una especie de perdedor, tiene algo: una mezcla de serenidad, modestia, elegante inteligencia que lo hace interesante; a pesar de estar enmarcado en el entorno más frío posible. O quizás es que nunca creí demasiado en los caballeros salvadores de princesas.

    ResponderEliminar
  6. No he visto El topo, por eso me he centrado en el mito, y esto a la vez me ha hecho pensar en esos cuentos. Me fastidiaría que mis explicaciones no estén bien dadas, parezcan exigencias y creen malestar. Esos mitos y esos cuentos, están ahí porque formaron parte de unas culturas que afortunadamente poco o casi nada tienen que ver con la nuestra. No hay por qué hacerlos desaparecer, pueden servir y formar parte de una literatura que refleje y explique esas culturas. No estaría mal que se empezase a narrar otra. Más que nada porque lo que se narra evidentemente, acaba influyendo. Lo de que Bond es guapo, lo entiendo perfectamente (sobre todo si pienso en Connery o en Brosnan) ¿Qué quieres decir con que es superior? Absolutamente nada tengo en contra de rendirse a los encantos de un hombre, pero porque de verdad se lo curre, no porque crea que tiene que ser así porque sí. Smile ciertamente parece interesante y Oldman en su momento me dejó fascinada, con su mirada a Winona Ryder por encima de aquellas gafas redondas, en Drácula. Imagino que ese poder sexual con que se reviste a Bond, se puede comparar con la cantidad de mujeres que Hércules “se tiró” en poco tiempo, y con las que tuvo la friolera cantidad de cincuenta hijos. Por supuesto todos varones, que daba todavía más poderío. Y claro está, si Hercules hizo lo que después necesitaba purgar, fue no cabe duda instigado por una diosa (mujer). Por eso imagino que Bond tiene la mala suerte de encontrarse siempre con mujeres espías con muy malas entrañas, que para más inri, al final quedan en la historia del cine, como meras chicas bond.

    ResponderEliminar
  7. Bueno, no era mi intención quitar a los cuentos clásicos su importancia y su utilidad (en mi comentario lo ha podido parecer pero, no lo era). De hecho, los mitos, y los cuentos son y seran necesarios durante la infancia (e incluso no solo en ella), se cuenten de la manera que se cuenten. Solo quería indicar que se puede hacer como siempre, o de una forma distinta. Se puede elegir, y cada manera tiene su utilidad, y su momento. Respecto a Bond debería haber puesto que se cree guapo y superior, y no: es guapo y superior. Me refería a que se siente tan extraordinario que da por hecho que las mujeres han de adorarle sin más, solo con verle. Es verdad, Hercúles debe rendir cuentas ante una diosa, Bond es traicionado por una mujer, y se enfrenta a algunas... pero se recuerda a Hercúles y a Bond.

    ResponderEliminar
  8. no Cris, tus explicaciones están bien dadas y desde luego a mí no me producen malestar, sino interés.
    Es complejo -y lleva siglos- construir un mito y aún lo es más crear una narrativa que sea nueva y al mismo tiempo que hable de algo tan esencial que la mayoría de la gente pueda identificarse con ella. Por eso los mitos y las narrativas tienen varias capas que se pueden desmontar en un trabajo casi arqueológico. Una cosa es el mito de Hércules -que es un mito claramente masculino- y otra la narrativa de la tarea del héroe. Las historias clásicas de Hércules y las películas de James Bond beben de ambas fuentes, por eso me parece interesantísimo 007 como actualización de Hércules (y por tanto mito viril) y también como actualización de la narrativa de la tarea del héroe. Y lo acertadísimo de "El topo", acierto que es mérito de la estupenda novela de John LeCarré, es que mantiene la narrativa de la tarea del héroe con un personaje herculeano pero ya desprovisto de la rancia hipermasculinidad bondiana, lo que permite una relectura más actual del héroe. Puede que el mito masculino desaparezca e incluso creo que es necesario pero no creo que desaparezca la narrativa de la tarea del héroe/heroína porque siempre será necesaria. Otra cosa es que uno o una se identifique más o menos con un tipo de héroe o de narrativa. Como ya dejé entrever en la entrada, me identifico poco con los héroes herculeanos -incluso con los no hipermasculinos como Smiley- aunque me parezca fascinante la mutación del mito (que llega a la autoparodia: creo que es en Quantum of Solace donde la propia M, tan bien interpretada por Judy Dench, le espeta a Bond "es usted un dinosaurio").Dicho esto, aunque crecí con Connery e ignoré a Moore y a Brosnan, estoy dispuesto a envejecer con Craig, me parece un Bond fabuloso.

    ResponderEliminar
  9. Para nada parece que le restes su importancia a los cuentos C, además creo que no hace falta que diga que estoy de acuerdo contigo. Muchas gracias por expresar ese interés Jaime. Desde luego es mutuo. Ya sé que escribes sobre la importancia de la tarea heroica (prefiero la neutralidad) y leo que como broche, mencionas a otros héroes. Sinceramente, esa estructura me recuerda al tiempo que en los telediarios se le dedica a otros deportes que no sea el fútbol, que viene a ser más o menos el último medio minuto sobre tres cuartos de hora. Otros héroes parecidos que podrían formar parte de esa narrativa “plastamente “esencial. Digo que Hércules (que está muy ligado a mi tierra por cierto), pase a ser definitivamente contemplado en el museo de los ejemplos de las narrativas esenciales, como ese resto casi prehistórico que reconoces que es. Y por supuesto también el dinosaurio Bond, que con esa magnífica frase en medio de la historia parece justificar y modificar imperceptiblemente, la narrativa que no cesa (el héroe, el hombre de acción) Sé también que te ha inspirado El topo. Un espía que parece tornarse tan poco masculino externamente y parece provocar tanta inquietud en ese aspecto, que hay que buscarle al Hércules en el interior. Pues lo siento chico, ahí está el héroe, pero no hay rastro de Hércules. Y es maravilloso. Sobre una novela de John Le Carre está basada otra peli que me llegó dentro: El jardinero fiel. También llena de héroes y heroínas por todas partes. Dime una cosa. Si la película hubiera sido sobre una mujer (casi siempre son ellas) que cuida a sus familiares ancianos hasta desfallecer como he visto hacer a mi madre, ¿hubieras dicho que era una tarea heroica y hubieras escarbado hasta encontrar al arquetipo y sus sucedáneos? ¿Cuáles serían?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. por supuesto, al final de la entrada hablaba de cirujanos y barrenderos (utilizo el masculino genérico, claro, en realidad estaba pensando en la barrendera de mi barrio, que tiene que limpiar la plaza de Gomila el 1 de Enero) refiriéndome a las tareas herculeanas a las que nos enfrentamos cotidianmente y eso incluye por supuesto a las mujeres (y algunos pocos hombres) que cuidan de sus padres y madres y a veces también de sus hijas y sus nietas y que tendrán que seguir haciéndolo mientras la Ley de Dependencia no se ponga realmente en marcha...ya que no parece que los hombres se vayan a poner en marcha para compartir esas funciones. Por otro lado, mujeres u hombres, toda esa gente abnegada que hace tareas ingratas porque nadie más puede o quiere hacerlas, no han formado su personalidad ni su escala de valores leyendo libros de Kant o a Homero, sino escuchando primero cuentos infantiles, luego la radio y la tele, leyendo novelas y viendo cine y recibiendo así, a través de la cultura popular, el legado de las grandes historias que es para lo que, en mi modesta teoría, sirve la cultura popular, además de para entretener

      Eliminar
    2. No sé si acabo de entenderte del todo,y creo que no contestas a mi pregunta. Yo también, modestamente, pienso que el hecho de que esas personas no tengan una determinada cultura, no es razón para que sólo pongamos en marcha el trabajo arqueológico cuando vemos a un determinado héroe. Ya que todas esas tareas efectivamente son suceptibles de aplicárseles la esencia herculeana, no sólo deberíamos admitirlas como tal sino reconocerlas inmediatamente también cuando las vemos. Porque también creo que el hecho de que se sea un espía estupendo, rodeado de glamour y alta tecnología, no es sinónimo inmediato de que se haya leído a Kant y a Homero.

      Eliminar
    3. Bueno, mi "por" parece haberse puesto en huelga. Quería decir en ambas ocasiones, "por el hecho"

      Eliminar
    4. Con reconocerlas quiero decir, darles su lugar en la narrativa esencial, no pararnos en el héroe prototipo, como el final de la excavación. Podríamos preguntarnos por qué necesitamos poner al día y reciclar al mito, cuando están todas esas personas abnegadas, ahí para poder ser reconocidas en su tarea heroica. Recordemos que no sólo están haciendo un trabajo importantísimo por la comunidad que se haya ante el conflicto de acometer el cuidado de niños y mayores sino que durante ese cuidado habrá momentos en que tendrán que limpiar desechos que sirven para estudios escatológicos. Para qué necesitamos que esa narrativa esencial, esté representada por el hombre de acción. Podemos saber mucho de nuestra sociedad por los héroes que necesitan ensalzar. Me resulta curioso que esos héroes siempre nos lleguen sobre todo, a través del cine comercial americano. Eso me da yuyu y me hace pensar en algunas guerras. Voy a parar aquí...

      Eliminar
    5. Por cierto, no te lo he dicho, pero, exceptuando ese pequeño o gran desacuerdo, según se mire, tu entrada me parece interesantísima.

      Eliminar
    6. Madre mía..., con ese "haya" he plantao un pino...(es algo escatológico de verdad)

      Eliminar
  10. El cine siempre es el cine. Me parece estupendo que Bond ya no sea el mismo, y me alegra que a ti también te lo parezca. Tengo que verlo…

    ResponderEliminar
  11. Cris, había escrito un comentario antes del de los cuentos pero por alguna razón no sale, decía algo así: no sé porque piensas que puedes crear malestar, tus opiniones nunca me han parecido exigencias y sinceramente te digo que tu punto de vista suele parecerme enriquecedor, discrepé de él o no. Pues, a veces, es más interesante estar en desacuerdo. También es verdad que a quién debe parecerle correcto es a Jaime.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. A mí también me resulta interesante leer tus opiniones, y la mayoría de las veces, estoy de acuerdo con ellas. Lo que me ocurre es que me resulta un poco raro estar relacionándome con una letra,(expresado esto con buena voluntad) y voy haciendo el esfuerzo de reconocer que detrás de ella está una persona de la que no conozco más que sus letras. Pero está bien si tiene que ser así.

      Eliminar
    2. Lo es. Pero pienso que es igual de extraño compartir opiniones con alguien del que solo sabes cuatro letras porque, aunque formen un nombre, no sabes siquiera si es el verdadero. Con Jaime no nos pasa, claro, porque le conocemos de forma real. ¿por que dices que tiene que ser así?

      Eliminar
    3. quería decir personalmente. Es evidente que tu y yo también somos reales.

      Eliminar
    4. Claro, tienes razón, pero te expongo lo que me sucede y siento yo. No puedo hablar por ti, y es seguro que te ocurre lo mismo. Aunque mi nombre tiene muchas más de cuatro letras, es el verdadero. Te decía que acepto que tenga que ser así, por la propuesta que te insinué de vernos y tomar un café. Que no, no pasa nada, nos relacionamos virtualmente hasta que nos cansemos.

      Eliminar
    5. Eso, esta es la magia de internet que lo virtual se te presenta como una realidad y los nombres es lo de menos. Mientras tanto tú Cris habla que te habla y sin ver el Topo.

      Eliminar
    6. por supuesto podemos tomar un café cuando quieras pero, no sé como contactar contigo. He intentado enviarte un mensaje pero no he podido. Y no ví la insinuación, me quedé en la broma.

      Eliminar
    7. "Creo que nuestros primeros cuentos serán decisivos en nuestras vidas" (seguro que me quedo de alguna pelicula) No sé si esto puede ser cierto o si digo una tonteria pero a lo mejor de aquí extraemos o proyectamos nuestros primeros héroes.Se me ha ocurrido después de reeler el "deseo" de Cris y el resto

      Eliminar