viernes, 19 de agosto de 2011

El hombre de al lado



No deja de ser curioso que sea otra película argentina la que nos trae de nuevo el tema del intruso. La excelente El hombre de al lado propone una visión muy interesante de este viejo tema: Víctor, un hombre primario, vulgar, socarrón, extravertido hasta el exceso, quiere abrir una ventana "sólo para atrapar unos rayitos de ese sol que a vos te sobra" sobre la propiedad de Leonardo, un diseñador sofisticado, moderno, intelectual, que vive nada menos que en la única casa que Le Corbusier construyó en América. La propuesta tiene muchas lecturas, porque hay algo de lucha de clases y algo de duelo de machos, pero lo que más me ha interesado es el tema del triángulo. Entre Leonardo y Víctor se palpa una atracción extraña, cada uno admirando en el otro lo que a él le falta. Cuando Leonardo explica a sus pijísimos amigos la aparición de este intruso y el perjuicio que causa en su vida familiar se lamenta del problema de la ventana pero añade muchos otros detalles que le fascinan del otro, para terminar diciendo que Víctor, indudablemente, tiene swing. Y hasta ese momento se diría que la amistad entre ambos -que Victor busca torpemente- no es una quimera. Pero el tercer vértice del triángulo es la mujer de Leonardo y es por lealtad a ella -o más bien por esa forma de lealtad que se da en las parejas de largo recorrido y que es en realidad una compleja mezcla de amor, costumbre, miedo al cambio, dependencia emocional- que Leonardo se enfrentará a Víctor, quedando este así triangulado sin saberlo. Y los triángulos, ya se sabe, son letales. Borges escribió un cuento, La intrusa, en el que una pobre mujer desata, sin buscarlo, la rivalidad entre dos hermanos. Termina así: "Se abrazaron, casi llorando. Ahora los ataba otro vínculo: la mujer tristemente sacrificada y la obligación de olvidarla".

25 comentarios:

  1. Tampoco deja de ser curioso que esta sea tu reseña más corta e igual de descriptiva. Vos saliste inspirado,¿no es sierto?. Menos es más ¿viste? La verdad es que no es para menos. Es una peli de diseño. Llena de arte. Que yo volvería a ver sentada en ese sillón. Parte de las secuencias finales evocan al teatro y el final reafirma el cuento audivisual, que a ti te lleva a ese otro cuento de Borges, que además tiene final microrrelato. También tiene entre otras cosas buena música, dibujo y receta incluida. Una gozada.
    Pero yo hago otra lectura sobre esa lealtad que tú comentas.

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  2. Bueno, debería haber escrito que "una de las escenas de la secuencia final, evoca el teatro". Eso por poner un ejemplo destacando lo más destacable. Obviaré otros detalles y equivocaciones, en fin...Espero que no te importe que haga algo de autocrítica.
    Más que lucha de clases veo exactamente un muro entre clases de personas, que Leonardo ignora desde su engreimiento y que me atrevería a decir, que Víctor, un hombre con la calle como escuela, ha detectado con su radar y se ha propuesto derribar. Víctor es obsceno e invasor y no se conforma con contemplar la casa como los demás. Decide acecharla más de cerca y ver qué pasa en su interior (después llega más lejos ligándose a una de las “alumnas” de la mujer de Leonardo), pues aunque ya lo imagina, le falta luz directa. Y sabe cómo hacerlo, porque no sólo alcanza a observarlo él, sino que consigue enseñárselo a los propios habitantes. Víctor es también el macho llevando a su terreno a otro que no lo es tanto. Es cierto que en esas parejas se da todo eso que nombras, pero la lealtad no tiene formas. Es lealtad o no es. Y estamos de acuerdo en que no es. Y en cuanto se queda solo lo demuestra. Ésta, como otras, es una relación de poder y dominación. Y domina la mujer. Y Leonardo lo sabe. Y se siente impotente. Le demanda espacio con la cabeza gacha para en cierto modo sobreponerse, pero llora dentro de ese refugio que tienen los hombres. El coche.

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  3. La referencia a que fuera otra película argentina la que vuelve a tratar la figura del otro,me ha recordado otra producción (hispanoargentina) en la qual se trata el intruso,aunque de forma más sutil y que en su momento me causó un considerable impacto:"Martín Hache".
    "El hombre de al lado" es una gran película,sin duda,donde el personaje del extraño se narra de forma distinta: no como benefactor sino más bien como un simple alterador de la aparentemente perfecta vida del diseñador,en la cual todo tiene su lugar,su momento...todo es como debe ser.O no.La historia refleja cierta lucha de clases,de rechazo a otra forma de vida por parte del diseñador que a la vez siente una espécie de atracción hacia a ella.Los toques de humor que vemos en las escenas en que Víctor hace reír a la hija (a la que Leonardo no consigue arrancar ni una palabra) o cuando le regala la escultura (dice:"en el futuro los robots van a acabar escuchando tango"); y el final a modo de comedia trágica,junto a la banda sonora,la completan.
    Estoy de acuerdo en el extraño tríangulo de atracción-odio creado entre los protagonistas.En mi opinión es el eje.Pero no veo ningún tipo de lealtad de Leonardo hacia a su esposa, sino una relación de dominación por parte de esta, asfixisiante para él que no se siente capaz de buscarle una solución prefiriendo el engaño y el autoengaño.La escena del coche como refugio masculino no deja de tener algo de tópico y quizá de realidad,aunque bien representado.

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  4. Bueno C, está claro que bastante a menudo estamos de acuerdo en algunos temas. Pero a propósito de esos momentos de la peli en los que Víctor le hace esas extrañas representaciones a la niña en esa especie de guiñol improvisado, a mí personalmente no me resultan nada graciosos, porque no sólo lo hace cuando los padres están fuera de la casa, sino que les encuentro una connotación que es la que en un más amplio sentido y definitivamente me lleva a ubicar a Víctor en la definición de obsceno. No me gusta su cara en esos momentos, ni esas botas, ni esa “indumentaria”, ni toda esa comida rodeada de esa grasa y sobre todo el plátano, que en alguna ocasión acaba “montando". Me produce rechazo. Y además no me gusta que ese momento se vuelva a repetir. A mí el final, me sugiere también que las personas tenemos varios registros. Totalmente al estilo de ese giro que también al final, dan los personajes en la película Crash.

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  5. Calipso, tienes razón.La connotación sexual esta muy presente en esas escenas y se agrava no solo por el hecho de que no esten los padres sino,y sobretodo,porque es una niña.Me dí cuenta al ver la película pero luego, al realizar el comentario,hicé una lectura superficial y francamente desafortunada de ellas.Nunca debí incluirlas como toque de humor.Pensándolo,no tienen gracia alguna y además reflejan un trasfondo oscuro del personaje.

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  6. Yo también volvería a verla sentado en ese sillón, porque la película tiene mucha miga, mucho diseño, es verdad (¡hasta la matera es de diseño!)y sobre todo para fijarme mejor en algunas de las cosas que decís. Yo creo que esta es la otra cara del intruso, el no-benefactor, el que se presenta como amenza o que es percibido como amenaza y al que nunca se llega a ver como oportunidad de cambio (a diferencia de otras pelis que hemos comentado) ya sea porque es una amenaza realmente o porque el sistema al que se acerca no puede permitirse cambiar. Y por qué no llamar lealtad a lo que exigen ese tipo de relaciones que definís muy bien como de dominación. Hay lealtades muy tóxicas.
    También me resultaron perturbadoras las "representaciones" de Víctor. Por momentos simpáticas, recordaban al Chaplin de los panecillos, por momentos obscenas, desde luego no lo que a uno le gustaría que su hija vea por la ventana. Y es cierto que resumen muy bien toda la ambigüedad de Víctor, un seductor nato, agresivo y por ello inquietante. Y que también, como hombre, tiene su refugio en un coche aunque muy diferente del de Leonardo.
    Ahora no recuerdo el giro final de los personajes de Crash, lo miraré en cuanto pueda.
    Es verdad que Martín Hache trata sutilmente este tema,una buena película que no conseguí disfrutar porque el personaje de Federico Luppi me ponía muuuy nervioso. Tendría que darle una chance y volver a verla.

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  7. ...y no me parece, C, que tu lectura fuese superficial y mucho menos desafortunada, me parece más bien que el personaje de Víctor está tan bien desarrollado que es cautivador a pesar de su lado oscuro, ese lado que solo se intuye, por eso es una buena película, porque provoca percepciones contradictorias

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  8. Pues...,no sé si vamos a caber...
    Sigo pensando que no es lealtad. Tóxicas me parece que son las relaciones, pero no los valores. A ver, ¿se podría decir que alguien tiene una amistad tóxica? Yo creo que no. Será una relación tóxica, pero no sé hasta qué punto se le puede considerar amistad.
    Qué curioso lo de la diferencia de coches.Esto debe ser como eso de los perros, que acaban pareciéndose al amo. Aunque para ser más exactos, la gente del otro lado del Atlántico, no tienen coches, sino autos. Y nunca aparcan esos autos. Los estassionan. Y si los estassionan mal, no se dan prisa para quitarlos. Se apuran. Algo así como:"apurate, me dejé el auto mal estassionado". Me encanta.
    Oye C, que no mujer..., que no es eso...

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  9. Interesante concepto el de lealtad tóxica,reconocible en muchas relaciones de pareja e incluso podría serlo entre los personajes de la peli sino fuera por la secuencia en que Leonardo se queda solo.Ahí se pierde la lealtad y se convierte en otra cosa, en mi opinión es algún tipo de dependencia.Es curioso como en esa escena,Leonardo intenta seducir a su alumna y lo hace por algo que va más allá de lo evidente;le habla y se posiciona en la superioridad,ofreciéndose como si fuese un regalo.En ella se ve, esa necesidad que tiene de no sentirse ninguneado,de sentir que tiene el control.Aunque lo haga torpemente y sin éxito.
    No había pensado en la diferencia entre los coches pero es verdad que es semejante a la de los amos,será que realmente es un refugio masculino.

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  10. cierto, sea como sea que llamemos a la relación de esa pareja, lealtad tóxica o dependencia, en la escena de Leonardo con la alumna sea puede ver esa otra cara que Leonardo no muestra abiertamente y que Víctor muestra hasta el exceso

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  11. Leonardo no necesita mostrar abiertamente nada porque esa casa es el símbolo de su escaparate. Está expuesto. Lo que precisa es guardar esas apariencias, de ahí ese apego. Víctor sin embargo requiere hacerse notar. Pero los dos buscan lo mismo. Aparentar. Defender el ego.
    Los valores no se pueden exigir. Nacen de un@ mism@ y se ofrecen. Y si son de verdad no intoxican. Pueden intoxicarse con la relación, en uno de los sentidos de la reciprocidad, pero como toda relación es retroalimentación, al final, el valor se transforma y se diluye.

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  12. o sea que si alguien araña la pared de la casa, está tocando su ego ¿no? (o si alguien araña el coche de Víctor)
    ...y qué mejor muestra de retroalimentación que esa escalada de egos en que Leonardo y Víctor se enredan y se ahogan

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  13. Bueno, no hablaba de cosas materiales, sino de sus defectos y excesos que era a lo que tú habías aludido, pero eso díselo a los guionistas.
    En cuanto a la retroalimentación por supuesto estoy de acuerdo contigo, pero también hablaba de esa lealtad tóxica que expones tú y la relaciono con los demás valores y con las relaciones tóxicas.

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  14. Intentaba explicar sin éxito que no entiendo que unos valores puedan ser tóxicos por sí mismos. En todo caso sí se podrían intoxicar. Para nada he querido descartar la retroalimentación de los dos protagonistas

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  15. ya sé que te referías a cosas no materiales, precisamente por eso me gustó tu imagen de la casa como escaparate del ego de Leonardo (¿le habrán puesto ese nombre aposta? seguro que se considera un hombre renacentista).
    Sobre la lealtad, quizá la única diferencia que tenemos es que yo no la considero necesariamente un valor, pero creo que solo es una diferencia semántica -y no es que quiera minimizar nuestras diferencias, que me parecen muy interesantes- creo que el valor al que tú te refieres como "lealtad" yo tampoco lo consideraría tóxico en ningún caso y seguramente algunas de las cosas a las que yo llamo "lealtad" tú también las considerarías tóxicas ¿no crees?

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  16. Interesante la imagen de la casa como escaparate del ego de Leonardo (muy gráfica),y aunque no os refiraís a lo material, abriendo la ventana Víctor hace precisamente eso:arañar la casa de Leonardo, exponiéndolo.
    En cuanto a la lealtad de que hablamos,no la había considerado como valor sino más bien como un comportamiento o actitud,que se da en la peli.Y en muchas relaciones de pareja en que la lealtad se exige de forma clara.Precisamente porque estoy de acuerdo en que los valores no se pueden imponer, se tienen y se transforman pero no se convierten en algo distinto.

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  17. Me gusta lo del arañazo C. ¿Necesitará Víctor un tokonoma?
    Quizás hasta la lealtad aquí sea de diseño. Dijo Rosa Luxemburgo que “el primer gesto revolucionario es llamar a las cosas por su nombre”. Ignoraba que el significante lealtad fuera polisémico. O que se pudiera elegir el hecho de que sea un valor. Puede que esté totalmente equivocada, y no sea un valor. En ese caso me gustaría que me aclararas qué es, por favor. Y si me aclaras también, a qué valor me estoy refiriendo yo, entonces, como lealtad según tú, y a qué cosas llamas tú lealtad, me encantará contestarte.
    He querido decir que la casa representa el escaparate de Leonardo. O su vida, que es como estar en un escaparate y enfocado. La casa en el contexto es única, así que recibe mucha atención. Además es transparente. Recibe toda la luz del sol de pleno. La luz del sol es el foco. Y también el brillo. Leonardo es el éxito profesional y personal. Aunque es éste último terreno el que es falso, y el que tiene que aparentar. Por eso ese apego con la mujer. La necesita para mantener las apariencias. Víctor no estaría representado por el coche, sino por ese trozo de muro que tira y ese agujero oscuro que queda. Lo de atrapar unos rayos de sol que al otro le sobra, es el deseo de algo del brillo de Leonardo. Así es como están defendiendo sus egos. Para mí aunque representado por lo material, como occidentales que somos, se pueden percibir los dos principios complementarios del Tao. El yin y el yang. Víctor vive en la sombra, la oscuridad, y busca - a través de ese agujero que abre- la penetración de la luz del sol. Así que expansiona, invade. Pero en exceso, como tú dices. Y aquí sí que afirmaría que está caricaturizado a conciencia lo masculino. Aquí sí que lo entendería como algo más que patético. En Leonardo sería lo contrario, viviendo en la luz, oculta y se somete. Y claro está…, también desea algo de la energía de Víctor.

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  18. tu comentario del tokonoma me ha hecho pensar, la ventana de Víctor, que termina siendo rendija, en realidad podría ser el tokonoma que necesita la perfecta casa de Leonardo, su ración de vacío que él no va a saber aprovechar. Dice Leonard Cohen: "...olvida tu perfecta meditación. En todas las cosas hay una grieta y es por ahí que entra la luz..."

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  19. por supuesto que no sé a qué te estás refiriendo tú, solo hacía la hipótesis de que quizá no hablemos de cosas diferentes aunque sí podemos utilizar las palabras de forma diferente. Creo que cuando hablamos de lealtad a veces nos referimos a un valor pero también es un sentimiento y un tipo de vínculo. Eso y no que sea polisémico como valor, es lo que hace que podamos hablar de lealtad en diferentes niveles. Como valor significa la creencia en que no debo traicionar, engañar o abandonar a mi gente, o la cualidad de ser incapaz de eso (de abandonar): no abandono a la persona desconocida que ha sufrido un accidente, por lealtad al género humano, no abandono a mis padres, por lealtad a la familia y a lo que siento por ellos...o no abandono a mis colegas mafiosos por lealtad a nuestro juramento. Como va unido a la idea de pertenecer, también va unido al miedo a no pertenecer, a ser expulsado o castigado con el ostracismo y me parece que la lealtad se vuelve tóxica cuando en esa mezcla de sentimientos que pueden constituirla, el miedo a quedar fuera (de la pareja, del grupo) es más fuerte que el amor a los que están dentro o incluso forma parte de ese amor. Y es que los sentimientos y los vínculos son así de complejos, quizá más que los valores. En el biopic sobre Frida Kahlo que interpretaron Salma Hayek y Alfred Molina, hay un bonito momento en que Diego Rivera le dice a Frida que no puede prometerle que le será fiel pero sí que será leal y ella lo acepta. Cuando Diego, años e infidelidades después, se acuesta con la hermana de Frida, ella no puede perdonarle porque él ha sido desleal, es decir ha roto el vínculo que les mantenía unidos a pesar de las infidelidades; pero ella no puede explicarle por qué eso y no otras cosas ha sido deslealtad. Ya sé que todo esto no es muy claro, pero tampoco creo que pueda serlo

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  20. ¿Sabes lo que entendí? Que ese vacío, esa” huida” hacia otra realidad, son buscados por uno mismo. Podría ser que esa rendija en que Víctor accede a convertir su ventana con tal de que Leonardo se la diseñe, sea el tokonoma que Leonardo necesite. Y no lo va a saber aprovechar porque no ha sido buscado por él. Porque ni siquiera es consciente de que lo necesita. Para buscarlo, o para verlo, tendrá que poner primero los pies en el suelo, y salir de esa otra realidad tan artificial en la que habita. Puedes decirle a Leonard (otro Leonardo…), que las grietas se ven mucho mejor desde el interior, y que la meditación (aunque no sea perfecta), es un mapa que ayuda a dilucidarlas (o a iluminarlas). Pero…, quién lo va a saber mejor que él…

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  21. No creas que es tan complicado comprender la complejidad de los sentimientos y los vínculos. ¿No podrían ser las palabras y los nombres las que los desenreden un poco? Los valores no nacen porque sí, sino de esos sentimientos y esos vínculos cuando somos capaces. Pero el primer sentimiento y el primer vínculo entonces es con un@mism@. Cuando vivimos desde ahí y no abandonamos a una persona accidentada lo hacemos por lealtad a un@ mism@, por ser el más próximo representante del género humano y porque pensamos que podríamos estar en el lugar del otro y por tanto, por lealtad al género humano. Cuando no abandonas a tus padres (no me queda muy claro aquí el sentido del abandono)…, entonces puede ser por lealtad al amor que te dieron y al que sientes por ellos y en consecuencia por lealtad. Si es necesidad económica o de status por ejemplo, y te exigen quedarte para poder acceder a todo eso, y decides quedarte, no lo haces por lealtad. Si no llevas a cabo el abandono por el que dirán (que también ocurre), no es por lealtad. Cuando alguien es capaz de pertenecer a un grupo de mafiosos, ¿crees que se valora como persona y que tiene valores? ¿De dónde puede entonces ofrecer lealtad? Sólo tiene un juramento de mafioso. Y cuando todo está reducido al miedo, sólo queda apego, necesidad.
    Diego Rivera es leal a sí mismo confesando su desinterés por la fidelidad y por tanto está siendo leal a Frida (me fascina su amor por la vida) Si Frida acepta, desde el reconocimiento a esa lealtad y realmente no le da importancia a la infidelidad podrá vivir esa relación. Además, así pudo tener una relación con Trotski, entre otros…Pero si acepta sólo por no perderlo, la deslealtad llega de sí misma, pero su dolor le impide verlo.

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  22. Seguramente antes lo habría estado viviendo desde la distancia y sin que estuvieran involucradas personas de la que también esperaba lealtad

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  23. Me he dado cuenta de una cosa.Jaime, en tu primer comentario hablabas sobre la lealtad que se da en la relación de pareja de los protagonistas.Tanto Calipso como yo,te revocamos el concepto haciendo referencia a la escena en que Leonardo se queda solo e intenta seducir a su alumna.Es decir,ligamos lealtad con fidelidad.En estos últimos comentarios,los dos los separaís (algo en mi opinión más correcto,aunque esa es una visión muy personal);y si lealtad/fidelidad no forman parte de lo mismo ¿que problema encontramos en la escena?¿no puede ser que esa falta de lealtad que vemos en Leonardo sea más hacia a su vida perfecta y la manera en que la afronta que hacia su mujer?
    Me sigue pareciendo interesante la idea de lealtad tóxica, ya que creo que si existe pero no entendida exactamente como valor sino como un sentimiento inseparable del proceso mismo de relación que cambia y se transforma,y no siempre en algo mejor. En la mafia,igual que por ejemplo en un grupo terrorista si se da lealtad aunque sea hacia una persona, forma de hacer,o ideales que no comprendemos,no respetamos,y no compartimos; de lo contrario no habrían triunfado tantas dictaduras,sectas...

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  24. Entiendo muy bien C que ese comentario mío haya podido llevar a confusión. No estaba tratando de ligar lealtad a fidelidad (de hecho la fidelidad no llega a darse), sino a engaño. La lealtad y la fidelidad pueden ir juntas o no. Lo que creo que no ligan bien es la lealtad y el engaño. Por eso destaco ese momento. Ahí está la diferencia con esa relación entre Diego y Frida que nos ha recordado Jaime. No entraré en el debate sobre qué hubiera pasado si hubiera sido al revés porque me parece que la sinceridad de Diego está bien. También es verdad que el momento es muy bonito, muy especial, que él “es muy cuco”, pero para eso está el momento de después, cuando se cae la embriaguez. Para decidir desde la razón, o desde donde quiera. Elección además personal y comprensible sea cual sea. También yo desde el principio entendí que Jaime quería decir que lo que se daba entre los protagonistas no era lealtad, sino mezcla de, entre otras cosas miedo al cambio y dependencia emocional, y claro esos sentimientos sí me parecen tóxicos, porque son negativos. Con esto tal vez dé una contestación a Jaime. De ahí también, que no conciba la lealtad como tóxica, porque no puede ser un valor y un antivalor al mismo tiempo. Es una cosa u otra. Cuando se convierte en otra, deja de ser lealtad. Y puede que deje de serlo, porque se haya intoxicado. Porque reciba la toxicidad, y no porque la dé o la contenga. Claro que todo esto son sentimientos, y los sentimientos están para sentirlos. Las palabras vienen de la razón y pueden simplificar o no. Lo de simplificar no estaría mal, por ejemplo, para que personas que no tengan claro cómo vivir en valores, no se vean atrapadas por ejemplo, en grupos terroristas, creyendo que están ejerciendo la lealtad a unas ideas que no son precisamente ideales. Incluso aunque queramos llamarla tóxica. En fin…, no quiero ponerme plasta…

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  25. Entonces, estamos de acuerdo, no concibimos como iguales lealtad y fidelidad, y lo que nos llamo la atención de la escena (pienso)fue el engaño y autoengaño que podemos concebir como falta de lealtad,o podemos llamarle de otro modo.No voy tampoco a darle más vueltas ya, no quiero ser pesada.Me parece que sí,que hablar y educar en valores, en sentimientos, sería muy necesario.Por cierto,aunque si he leído su biografia,no he visto el biopic sobre Frida Kahlo pero lo buscaré y veré.

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